Español

Cuando Éramos Reyes

Cuando eres nacido y criado en un pueblo de mierda, con pocos recursos económicos y encima te toca ver el lujo desfilar por delante de tus narices, puedes sentirte abrumado

Ser niño en la Costa del Sol en los 80 y 90 era algo frustrante. Se estaba desarrollando todo, pero nosotros vivíamos en zonas rurales, obreras y de pescadores. Anclados más en la España del régimen y la pobreza que otra cosa. Muy limpios y educados. Pero viendo como dejábamos de pertenecer a nuestra propia tierra

Nada que hacer la mayoría del tiempo libre. Teníamos la playa, eso sí. Eso no nos lo podía negar nadie. Bueno, nuestros padres a veces, pero ya nos escapábamos

Pero un día, bueno más bien durante un tiempo, poco a poco, se fueron desempolvando los Vespinos y Mobylettes que cogían polvo en los gallineros. Nos dieron permiso para revivir las motillos de los abuelos. Nos lo dieron, o nos pasamos por el forro del casco y las cogimos igual, o íbamos de paquete

Pero íbamos todos en moto!

Carburación, limpieza de chiclés, pintura, algún robo de piezas… y casi sin darnos cuenta éramos un gang sobre ruedas. Casi nadie tenía potencia para pasar de 45 km/h hasta que descubrimos que los cilindros más grandes también eran una opción

Unos quince niños, cafres, gamberros, en motillos y sembrando el terror por todos sitios. El único problema era que nos trincase la Guardia Civil o la Policía Local. Pero esos solían andar por Marbella o por Puerto Banús, donde estaba toda la movida

Cuando nos cruzábamos con ellos era porque se habían escaqueado entre los sembrados a beberse una litrona y a comerse un bocata. Nos miraban con cara de “ya te cogeré” pero en el fondo creo que se reían por dentro

Y nosotros nos sentíamos los reyes del lugar. Los guiris nos miraban raro, los del sitio peor todavía, casi todos

A veces llegaba alguien que nos conocía y nos llamaba y preguntaba si queríamos otra moto. Nos regalaban las que tenían oxidándose en las naves de escayola o en los garajes

Les hacíamos un favor quitándole la basura de casa. Pero ellos a nosotros nos hacían soñar y disfrutar como nunca. Fue en esa época, ligando con las niñas que venían de Madrid a veranear, colándonos en los garitos irlandeses a beber Guinness y peleando con los del pueblo de al lado, que comprendí que siempre sería motero

A día de hoy, sin que nada tenga que ver con esa vida que parece que la vivió otro de lo lejos que se ve, todavía la recuerdo con la misma intensidad. He cambiado la montura, he cambiado yo, ha cambiado todo. Pero la sensación de sentirte el puto amo sobre dos ruedas sigue intacta

Por eso un día me lancé a hacer ropa que fuese tan fácil y despreocupada como lo fueron aquellos días, pero que a la vez vistiese al hombre que en que me he convertido

Algo que me devolviese a ese niño cabrón que sigue dando por culo dentro de mi

No conozco tu historia. Pero sé que sientes lo mismo por dentro cuando aprietas el acelerador y desapareces un rato de la rutina

V’sss

LIBERTAD