Sabías que te ibas a despertar mal, pero vaya noche… el teléfono lleva sonando un buen rato. Es tu compañera de trabajo. Llegas tarde. Muy tarde.
Hay botellas de bourbon vacías, te duele la cabeza y Cristi… no espera, Sandra, se llama Sandra, y está desnuda recién salida de la ducha. Vaya belleza de mujer. Ella no comprende qué está pasando, pero tú de repente tienes prisa. Mucha prisa.
Te levantas y le das un beso en la mejilla. “Hasta pronto nena”, no se te ocurre nada mejor que decir. Da igual. Tienes que hacer el trabajo cuanto antes o tendrás problemas.
Coges los guantes de cuero marrones, el casco y te pones la chaqueta. Esa que combina con el traje y la corbata. Esa que nadie sospecha que protege como el acero. Sales del hotel y vas directo a por tu moto.
Vas a tener que ir muy rápido. Acelerar como si te fuese la vida, y en parte, te va la vida. Subes, aceleras, aceleras más y desapareces entre el tráfico.
Nada más llegar Ana hace un gesto señalando el reloj. “Sí, ya sé que llego tarde, pero llego a tiempo”. Siempre está guapa cuando se enfada. Arranca su moto y acelera, se te hace difícil seguirla. Su Harley luce imponente y va tan elegante ahí subida. Pronto llegáis al corazón financiero de Londres. The City.
Nadie sabe qué hacéis ahí, pero nadie sospecha nada. Entráis al edificio con la elegancia de quien tiene control y poder. Sonreís a quienes se cruzan en vuestro camino y entráis en el ascensor. Cuando dos personas con clase entran a un edificio, el tiempo se detiene y las puertas se abren.
“Me habías asustado, pensaba que no llegabas… ¿la morena?”
“La rubia” le respondes aún sabiendo que ella sabe que mientes. No puedes engañar a tu compañera, ella sabe más de esto que tú mismo.
“Si llegamos tarde a la reunión estamos muy jodidos” Miras el reloj y sabes que tiene razón. Siempre tiene razón.
Con un sonoro clonk llegáis a la última planta. En esa maldita mesa de reuniones todo el mundo os mira sorprendidos. Como quien ha visto a un fantasma, y entonces dices:
“¡Habéis empezado sin nosotros! Bien hecho” y automáticamente Ana y tú sacáis la artillería y descargáis casi cinco cargadores sobre esos desgraciados.
Hay sangre por todos sitios. Cristales rotos. Huele a pólvora. Guardáis las armas bajo las chaquetas y os vais. Las motos suenan que atruenan en medio de la city londinense, pero ¿quién va a sospechar de dos moteros elegantes?
SON of a GUN es nuestra chaqueta más elegante. Actualmente está en el proceso de prueba 5K-Miles siendo testada y mejorada. Si quieres saber más, únete al Klan del Jabalí
Será única e irrepetible. Elegante. Rellena de Aramida para la abrasión y con paneles de protección de nivel 2 en codos, hombros y espalda. La amarás, o la odiarás.